miércoles, 18 de noviembre de 2009

¿Por qué callar las voces críticas?


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La relación entre poder político y libertad de expresión se desarrolla de manera diferente, puesto que estamos ante una realidad distinta porque ya no se puede hablar de democracia ni, mucho menos, de una sociedad abierta y libre, sobre todo en Colombia. Claudia López, la reconocida periodista del periódico el Tiempo fue despedida por este medio el 8 de octubre del presente año al cuestionar el manejo de información del Tiempo, con respecto al caso de Agro Ingreso Seguro (A.I.S).

Las aseveraciones que claudia López realizó en su última columna publicada el 13 de octubre “reflexiones sobre un escándalo” fueron las que terminaron colocándola en tela de juicio.”La calidad periodística de el tiempo esta cada vez más comprometida por el creciente conflicto de intereses entre sus propósitos comerciales (ganarse el tercer canal) y políticos (cubrir al gobierno que otorga el canal y a su socio en campaña) y sus deberes periodísticos”.quedando así, rebelado a luz pública los verdaderos intereses políticos como económicos de este importante medio de comunicación. Además cabe resaltar la utopía de la libertad de expresión por que al final de cuenta el buen trabajo periodístico solo hace parte del cuestionamiento y el callamiento de las pocas voces criticas que tiene éste país.



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El caso es que al concluir claudia López su columna diciendo que “este tipo de cubrimientos sesgados en nada contribuyen a resolver periodísticamente ese conflicto; lo único que logran es evidenciarlo". El tiempo responde inmediatamente, de una manera muy informal, de la siguiente manera: “N. de la D.: EL TIEMPO rechaza por falsas, malintencionadas y calumniosas las afirmaciones de Claudia López. La Dirección de este diario entiende su descalificación de nuestro trabajo periodístico como una carta de renuncia, que acepta de manera inmediata”.pero acaso, ésto no es censura periodística, ¿en donde queda el informar con independencia y veracidad?

Pues bien, decir la verdad no es ser fieles a los principios revolucionarios. La libre expresión es más bien un elemento fundamental para que toda sociedad sea abierta y libre, aunque resulte incomoda para los selectos grupos del poder.

Enlace:http://www.eltiempo.com/opinion/columnistas/claudialpez/reflexiones-sobre-un-escandalo_6334551-1



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