La basura, refugio solo de lo inhumano

De la desprotección de muchos niños se da como resultado en algunos casos, un buceamiento entre la basura que parte de recoger desperdicios del basurero que luego pueden ser vendidos al igual que buscar comida para llevarse a la boca, de lo cual no les queda más sino enfermedades pulmonares, de la piel, parásitos intestinales, además del analfabetismo y la indigencia como únicos compañeros en su diario vivir.

El periodista Ecuatoriano Guido Moreno fue galardonado por la Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano FNPI por su trabajo en el 2004, en donde a través de una minuciosa descripción de acontecimientos logra que los radioescuchas compartan de cierta manera, el dolor de las madres de cuatro niños muertos y un herido Aplastados mientras dormían en un contenedor de basuras.

El único niño sobreviviente, José Agustín Choto cuenta al periodista como ocurrieron los hechos esa noche de la tragedia en la que la muerte sorprendió a sus amigos.

Enrique Urquizo, el encargado de la casa indígena en donde los niños permanecieron horas antes de los hechos, asegura que el simplemente regaño a los niños y que fueron ellos los que tomaron la decisión de marcharse del lugar, mientras las mujeres de la comunidad afirma que los niños fueron desalojados por hacer ruido.

Guido Moreno en su trabajo más que observación utilizó contraste de versiones para darle objetividad, lo cual significa que manejó ética periodística en el hecho de acuerdo a la situación.

José Agustín al ser su protagonista, lo acompaña con su voz en cada momento lo que resulta valido y con un mejor carácter crónico y conmovedor en el momento en que pide que niños como el que oscilan entre los 10 anos dejen de trabajar y se les brinde mas cuidados y atención.